La motivación de los empleados es una de las bases para conseguir buenos resultados empresariales. Cuando el estado de ánimo de los trabajadores cae, es difícil mantener la productividad laboral.
Los tiempos de crisis son un reto para empresarios y jefes de equipo, ya que deben fijar sus propios alicientes para mantener el ritmo de trabajo y, al mismo tiempo, buscar incentivos para que los trabajadores a su cargo no pierdan la motivación.
Después de varios meses de teletrabajo y en mitad de un verano atípico, llega el gran reto para los líderes: fortalecer las relaciones entre el equipo y ayudar a conservar el interés por las tareas asignadas.
Transparencia y sinceridad
Es el momento de ser claros con los trabajadores, ya que el hecho de trabajar a distancia aumenta la sensación de no estar al tanto de todo y puede aumentar las suspicacias.
Los equipos deben conocer el avance de los resultados de su trabajo, tanto si son positivos como si no lo son. Contar con información real evitará rumores que difundan datos sesgados y que generen un ambiente de negatividad entre los trabajadores.
Crear una comunicación abierta y fluida en ambas direcciones y que remarque la importancia de la función de cada empleado dentro de la compañía ayudará a que se sientan integrados en el día a día de la empresa. Los softwares de gestión con un área específica para cada empleado como los de Grupo SPEC facilitan la comunicación y aportan a los supervisores una visión general de las necesidades de su equipo.
No todo es trabajo
La sensación de pertenencia a un grupo y los momentos de descanso junto a los compañeros hacen que aumente el compromiso de los trabajadores con la empresa. Fomentarlos es de gran importancia, por lo que en toda agenda mensual deben incluirse algunas actividades especiales como:
- Café virtual en el que no se hable de trabajo.
- Videollamadas por sorpresa en los cumpleaños.
- Días temáticos en los que hay que vestir de una forma específica.
Tareas a corto plazo
Si un trabajador a distancia se enfrenta a una gran tarea, encontrará más dificultades a la hora de rendir al máximo durante varias jornadas sin el feedback de sus compañeros o superiores. Cuando una gran tarea se divide en pequeñas etapas, resultará más motivador el poder ir reportando logros o recibiendo sugerencias de mejora.
La importancia de los detalles
Cuando se presta atención a los detalles se consigue entablar una relación personalizada con el equipo de trabajo. Para lograrlo, es importante:
- Olvidar los mensajes generales para encontrar las palabras adecuadas para cada empleado.
- Hablar en positivo, evitando los mensajes ambiguos que puedan malinterpretarse y cuidando el tono de comunicación.
- Mostrar siempre interés por cada miembro del equipo y sus circunstancias.
Celebrar los logros
La motivación de los trabajadores aumenta cuando siente que su trabajo está reconocido, por lo que es importante celebrar los logros.
Dedicar unos minutos a alabar un trabajo bien hecho, compartir la felicitación de un cliente o celebrar los buenos resultados del equipo es una gran inyección de energía positiva para seguir adelante.
En definitiva, la clave reside en reforzar la comunicación, pensar en los detalles y cuidar más que nunca la forma de decir las cosas. La distancia solo debe ser física, los trabajadores deben sentir a la empresa más cerca que nunca y conocer de primera mano cualquier novedad con respecto al sector o la compañía.