Cada vez estamos más habituados a los controles de accesos. Estos dispositivos están presentes en muchos de los lugares a los que acudimos: aeropuertos, estaciones de metro, gimnasios, oficinas y parkings son solo algunos ejemplos. En la mayoría de los casos, pasamos por ellos sin prestarles especial atención, pero resulta interesante saber para qué sirven y conocer los diferentes tipos que se pueden encontrar. En especial, si estás buscando el que mejor se adapta a las necesidades de tu empresa.
Funciones de un control de accesos
Los sistemas de control de accesos permiten verificar la identidad de quien pretende entrar en un recinto y, en función de los permisos de que disponga el usuario, aceptan o deniegan la solicitud de acceso. Además, garantizan la seguridad de las personas que están dentro de un edificio, ya que permiten localizarlas en tiempo real y hacer la trazabilidad tanto de los trabajadores como de los visitantes.
¿Cómo funciona un control de accesos?
Independientemente de la forma de identificación que se utilice (tarjeta, código, huella, lectura de matrícula…), estos dispositivos obligan a que la persona se identifique para que el sistema haga las comprobaciones oportunas para abrir el acceso o dejarlo cerrado.
Tipos de control de accesos
Actualmente existen diferentes tipos de control de accesos que permiten que cada empresa encuentre el que mejor se adapta a sus necesidades:
- Sistemas de proximidad: habitualmente funcionan con tarjetas que se acercan al lector para que el dispositivo acceda a la información del usuario.
- Sistemas biométricos: que reconocen una característica física de la persona que solicita entrar al recinto. Normalmente se utilizan lectores de huella, aunque también pueden identificarse rasgos faciales u oculares.
- Sistemas de reconocimiento de matrícula: muy útiles para facilitar el control en parkings. Cuando un vehículo se acerca a la entrada, un lector identifica la matrícula y abre o mantiene cerrada la barrera de acceso.
Cómo elegir un sistema de control de accesos
Antes de decidir qué control de accesos instalar, resulta imprescindible analizar las características del dispositivo, de la empresa y del edificio:
- Número de personas que entran y salen diariamente.
- Ubicación del sistema.
- Tipo de seguridad requerida y si existen zonas de acceso restringido.
- Facilidad de uso, necesidades de mantenimiento y disponibilidad de actualizaciones periódicas del sistema de control.
- Compatibilidad con el resto de herramientas que se utilizan en la compañía.
Una vez analizados estos aspectos, resultará más sencillo escoger el método más adecuado para facilitar la trazabilidad, la gestión de datos y el uso diario.
Importancia de contar con un control de accesos
Con toda la información sobre la mesa, es fácil llegar a la conclusión de que instalar un control de accesos es realmente importante. Estos sistemas facilitan la labor de los departamentos de seguridad y de recursos humanos en oficinas, organismos públicos, obras de construcción, industrias, parkings o gimnasios. ¿El motivo? Con un solo software se puede gestionar la entrada y salida de vehículos, identificar a las personas que acceden al edificio, denegar la admisión si no existe autorización para ello o restringir los accesos en ciertos horarios.
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