Guía para la resolución de conflictos laborales

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En cualquier empresa pueden surgir problemas derivados del trabajo que pueden afectar negativamente tanto a plantilla como a dirección. En Grupo SPEC te ofrecemos una guía para la resolución de conflictos laborales que te permitirá solucionarlos de forma rápida y eficaz.

En cualquier espacio de interacción social, como lo es el lugar de trabajo, es probable que acaben surgiendo roces, desacuerdos o discusiones. Los conflictos laborales no solo acaban afectando al buen ambiente de la empresa, sino que también pueden tener consecuencias en la productividad y el desempeño de los trabajadores/as. Por eso, es indispensable saber cómo actuar cuando aparecen y poder resolverlos de forma rápida y eficaz.

¿Por qué se producen los conflictos laborales?

Estos desacuerdos pueden surgir entre empleados/as, entre departamentos o entre plantilla y dirección. Sus causas pueden ser muy variadas, pero destacamos las siguientes:

  • Falta de recursos: la escasez o el mal reparto de materiales y recursos puede provocar competición y desacuerdo en el personal.
  • Diferentes personalidades y percepciones: los distintos puntos de vista y formas de actuar de los trabajadores/as pueden derivar en confrontaciones. También puede ocurrir que los valores personales de la plantilla choquen con los objetivos de la empresa.
  • Reparto desigual de tareas: si por una deficiente organización del trabajo, hay empleadas/os que desempeñan funciones que no les corresponden o tienen exceso de trabajo, surgirán conflictos entre trabajadores/as o con la gerencia.
  • Exceso de presión laboral: la alta carga de trabajo, las fechas ajustadas o la dificultad para conciliar son una fuente de frustración e irritabilidad que puede acarrear conflictos.

Resolución de conflictos laborales

Una vez que se produce el conflicto, es imprescindible que el responsable de RRHH consiga mediar entre las partes y resolverlo, evitando a toda costa llegar a una situación extrema como puede ser un despido, una multa o una demanda judicial.

Un buen mediador debería seguir estos pasos:

Detectar el conflicto

Es esencial ser conscientes de ese conflicto lo antes posible, sin dejar que el problema escale y, por supuesto, sin ignorarlo ni quitarle importancia.

Analizar la situación

Debemos investigar a fondo para conocer el origen del conflicto, las causas, las personas implicadas y las posibles soluciones.

Mediar de forma imparcial

Tenemos que escuchar con atención a todas las partes implicadas, intentando comprender sus posturas pero sin juzgar ni tomar partido. Tampoco deben permitirse ataques o faltas de respeto.

Marcar objetivos y negociar

Es necesario buscar puntos en común entre las partes y, de ahí, marcar los objetivos que queremos lograr, haciendo entender a los implicados/as que para llegar a un acuerdo todos/as deberán hacer concesiones. Si están dispuestos/as a ello, se podrá negociar una solución aceptable para todas las partes.

Seguimiento

Tras encontrar y aplicar la solución, se debe realizar una evaluación y un seguimiento para asegurarnos de que el problema se ha solucionado completamente y la situación que lo produjo no vuelve a repetirse.

En Grupo SPEC somos expertos en la gestión y desarrollo de softwares destinados a mejorar la experiencia del personal de una empresa. Si necesitas más información, no dudes en ponerte en contacto con nuestro departamento de atención al cliente.