Los parkings, ya sean públicos o privados, son un elemento cada vez más habitual en las ciudades. Desde naves industriales y empresas hasta centros comerciales o comunidades de vecinos, multitud de edificios disponen de un parking para sus usuarios/as. Son lugares donde se produce un movimiento constante de personas y vehículos así que, de la misma forma que es necesario mantener un control de acceso al edificio, es importante mantener el mismo control de entradas al aparcamiento.
¿Cómo funciona un control de acceso a parking?
Cualquier sistema de acceso a parking debe identificar y permitir el paso a las personas autorizadas e impedírselo a las no autorizadas, además de llevar un registro de aforo, de entradas y de salidas. El avance de las tecnologías ha permitido que este tipo de controles estén cada vez más automatizados y autogestionados, por lo que la identificación será más fiable y el acceso, más rápido y sencillo. Normalmente el sistema funciona en dos fases: por un lado, la detección e identificación del vehículo y, por otro, el acceso. En los aparcamientos en los que no es necesaria la identificación, el sistema permite el paso simplemente al detectar un vehículo.
¿Cuáles son los sistemas de acceso a parking más utilizados?
Existen varios tipos de control de acceso a un parking, que se diferencian entre sí por el sistema de identificación y de apertura de paso que utilizan. Respecto a la detección del vehículo, serían los siguientes:
- Espiras de detección: son detectores magnéticos instalados en el suelo, normalmente enterrados, que perciben la presencia de un automóvil en el momento en que se coloca sobre ellas.
- Lector de matrículas: se utiliza un sistema de iluminación y una cámara infrarroja para captar una imagen del vehículo. El software asociado detecta la matrícula y la registra, para comprobarla en el control de salida. Si el parking es de pago, el sistema emite un ticket de estacionamiento que se deberá abonar a la salida.
- Tarjeta/antena TAG: en este caso, cada persona al volante posee una tarjeta de proximidad o una antena TAG instalada en el vehículo. El lector correspondiente verifica la identificación y, si procede, permite el paso.
Los sistemas de identificación suelen ir acompañados de semáforos, que indican con la luz verde o roja si la entrada está permitida, o incluso de paneles indicadores de plazas libres, lo que mejora la experiencia de uso en los aparcamientos.
Una vez autorizado el vehículo, pasamos a los sistemas de entrada:
- Barrera automática: un dispositivo electrónico activa estas barreras de forma automática para permitir la entrada al vehículo previamente autorizado.
- Bolardos retráctiles: son pivotes instalados en el suelo que descienden cuando el paso del vehículo está permitido.
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