Contar con un sistema de control de accesos es la forma más eficaz de mantener la seguridad en cualquier recinto y de garantizar que solo las personas autorizadas puedan acceder. El avance de la tecnología ha permitido una gran evolución en los diferentes métodos de identificación: a los sistemas clásicos mediante contraseñas o dispositivos externos se ha unido en los últimos años el control de acceso biométrico, una solución que destaca por su alto grado de invulnerabilidad, precisión y fiabilidad.
¿Qué es la biometría?
La biometría es el estudio de aquellas características físicas o conductuales que son únicas e individuales para cada persona, como pueden ser la huella dactilar, el iris o la voz.
En los sistemas de acceso biométrico, el lector reconoce la característica correspondiente mientras que un software compara el patrón obtenido con los almacenados en la base de datos de individuos autorizados, para así activar o no el mecanismo de acceso. La extremada seguridad de estos sistemas se debe a la absoluta singularidad de los rasgos biométricos, lo que previene el fraude o la suplantación.
Según el rasgo analizado, podemos encontrar diferentes tipos de control de accesos biométricos:
1. Reconocimiento de huella digital
Uno de los sistemas más utilizados. El lector obtiene una serie de minucias de la huella dactilar del individuo que convierte en un algoritmo irreproducible y lo coteja con la base de datos.
2. Reconocimiento de la palma de la mano
En este caso, existen dos sistemas diferentes. En uno de ellos se toman imágenes en tres dimensiones para identificar la geometría de la mano, es decir, todos los parámetros de su forma, como el tamaño de los dedos, el ancho de la palma o la distancia entre articulaciones.
El reconocimiento de las venas de la mano, por su parte, es un método relativamente nuevo que obtiene el patrón de la red de vasos sanguíneos subcutáneos mediante un escáner de luz infrarroja.
3. Reconocimiento ocular
Este sistema biométrico utiliza luz infrarroja para obtener la imagen o bien de la estructura del iris o bien de los vasos sanguíneos de la retina, según el tipo de lector instalado.
4. Reconocimiento facial
Los lectores faciales toman una imagen del rostro de la persona y, para cotejarla, miden parámetros como la distancia entre los ojos, la distancia de la frente a la barbilla, la forma de los pómulos o el contorno de labios, nariz y orejas, entre otros.
5. Reconocimiento de voz
Este control de accesos biométricos identifica la huella vocal midiendo las diferentes características fisiológicas y lingüísticas de la voz, como pueden ser el tono, la frecuencia o el acento.
6. Reconocimiento de escritura
Para la identificación de la firma manuscrita se analizan tanto los puntos que integran la firma como la velocidad de escritura o la presión y aceleración ejercidas.
En Grupo SPEC tenemos una amplia experiencia en el desarrollo e implantación de tecnología biométrica en nuestros sistemas de control de accesos, y somos expertos en el reconocimiento a través de huella digital, facial y de la palma de la mano. Ponte en contacto con nuestro servicio de atención al cliente y te asesoramos sobre las opciones más adecuadas para tu empresa.
