Tradicionalmente asociado a profesionales liberales y trabajadores/as freelance, el teletrabajo se ha convertido en una opción habitual en las empresas, especialmente a partir de la pandemia de COVID-19. Según el último informe del INE sobre utilización de tecnologías de la información y la comunicación en el hogar, un 13,8 % de las personas trabajadoras ejercen sus funciones de forma telemática. Además, a pesar de que muchas compañías son reticentes a su implantación, la mayoría de trabajadores/as valora muy positivamente esta modalidad y no ha visto mermada su productividad. Una de las variantes que se está imponiendo actualmente es el trabajo híbrido, esto es, la alternancia entre trabajo telemático y presencial. Ofrecer la posibilidad de teletrabajar en verano es un ejemplo claro que cada vez más empresas contemplan, debido a los beneficios que conlleva:
1. Permite la conciliación familiar
Generalmente, el teletrabajo permite gestionar el tiempo adaptándolo a las necesidades personales, una característica imprescindible para trabajadores/as con hijos/as o personas dependientes al cargo. En verano hay vacaciones escolares, y la mayoría de cuidadores/as profesionales también se toman unos días de descanso, por lo que la opción de trabajar desde casa puede evitar tanto contratar actividades infantiles como ludotecas y campamentos como buscar centros de día o cuidadores/as de sustitución.
2. Es más cómodo
Poder trabajar desde casa, en tu zona de confort, con ropa cómoda y en un entorno más agradable y acogedor que la oficina puede mejorar el humor y la concentración, lo que supone una mayor productividad.
3. Evita desplazamientos
De media, suele ser necesario un desplazamiento de 45 minutos para acudir al trabajo. Con el teletrabajo desaparece esa obligación, lo que significa un ahorro de tiempo importante que puede traducirse en más horas de sueño y descanso. Además, desaparece la frustración y el estrés asociados a la conducción o al trasporte público, particularmente en las horas punta. Y, en verano, evita enfrentarse a las altas temperaturas de la calle.
4. Ofrece más tiempo libre
El tiempo ahorrado en desplazamientos se puede dedicar al descanso, a cualquier tarea o recado que se necesite hacer o a hobbies y planes con el círculo privado. Además, al tener que madrugar menos, se puede alargar el ocio de las últimas horas del día.
5. Posibilita el cambio de entorno
El teletrabajo ofrece la posibilidad de desempeñar las tareas desde otra ubicación, como una segunda residencia o un alojamiento vacacional. Así, aunque no se esté de vacaciones, se puede disfrutar mejor del verano, haciendo las jornadas más amenas y pudiendo dedicar las horas libres a actividades que no se pueden realizar durante el resto del año. No obstante, para que esto sea posible, será necesario modificar el contrato de los empleados/as de acuerdo a la ley de teletrabajo.
6. Ahorra costes
Además de reducir los gastos asociados al coche o al trasporte público, teletrabajar en verano también puede significar un ahorro en desayunar o comer fuera. La empresa, por su parte, disminuirá los gastos derivados de mantener las instalaciones físicas en funcionamiento, como los suministros.
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