La discriminación en el lugar de trabajo es un grave problema que tiene consecuencias desastrosas para la víctima y para la empresa. A pesar de ser una práctica contra la que se ha legislado tanto desde el gobierno central como desde la Unión Europea, la realidad es que la discriminación laboral sigue siendo un lastre que debe combatirse.
¿Qué es la discriminación laboral?
Hablamos de discriminación laboral cuando se produce un trato diferenciado o injusto hacia una persona respecto a otras por causas no derivadas del desempeño de sus funciones, sino basadas en características personales como edad, género, orientación sexual, etnia, creencias políticas y religiosas, discapacidad o enfermedad. La discriminación puede ser:
- Directa: cuando una persona es tratada explícitamente de forma desigual por poseer dichas características.
- Indirecta: cuando una práctica aparentemente neutral sitúa en posición de desventaja a una persona o grupo determinado.
Medidas para prevenir la discriminación laboral
La discriminación repercute muy negativamente tanto en la autoestima de la persona afectada como en su rendimiento, además de crear un mal ambiente laboral con altas tasas de conflicto, absentismo y rotación. Por tanto, es imprescindible tomar medidas para evitarla:
1. Formación y sensibilización
Se deben ofrecer al personal charlas o talleres sobre la discriminación, sus manifestaciones y sus consecuencias, así como formar al equipo de RRHH para identificar situaciones discriminatorias y poder atajarlas.
2. Atención y protección al empleado/a
Además de realizar un seguimiento constante del ambiente laboral, es necesario facilitar canales de comunicación donde los empleados/as puedan expresarse libremente y se les brinde escucha y apoyo. Asimismo, debe asegurarse la protección de la privacidad del personal, evitando la divulgación de información que pueda ser fuente de prejuicios.
3. Plan de igualdad
Por ley, toda empresa debe contar con un plan de igualdad para prevenir la discriminación por razón de género y garantizar las mismas oportunidades laborales a hombres y mujeres.
4. Protocolo de actuación
Es necesario establecer una normativa clara y estricta, con un procedimiento específico para abordar las situaciones discriminatorias y una relación de las sanciones correspondientes. Además, es imprescindible ofrecer un canal de denuncia confidencial y seguro al alcance de toda la plantilla.
5. Prácticas de contratación inclusivas
Al redactar las ofertas de trabajo, hay que evitar el uso de expresiones discriminatorias que supongan el autodescarte de aspirantes. Asimismo, es preferible realizar procesos de selección ciegos, donde el equipo reclutador desconozca los datos personales de las candidatas/os y base las primeras decisiones únicamente en la resolución de pruebas que evalúen sus capacidades. También debe existir diversidad en el equipo reclutador.
6. Política salarial igualitaria
Se necesita una política de retribución firme, justa y transparente que garantice que todo el personal reciba el mismo salario por cumplir las mismas funciones y tenga las mismas oportunidades de promoción.
7. Fomentar la diversidad
Normalizar y potenciar un entorno laboral diverso e inclusivo es fundamental para desmontar prejuicios y estereotipos que puedan derivar en discriminación laboral.
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