Septiembre puede ser un mes complicado en muchas empresas: al típico síndrome postvacacional que a veces sufren los empleados/as, se une la reanudación de la actividad laboral después de un posible parón estival de la compañía. Una parte muy importante de esta vuelta al trabajo es la planificación de turnos, a cuya gestión necesitaremos prestar una mayor atención de la habitual tras el verano para asegurarnos de que los equipos de trabajo vuelvan a funcionar a pleno rendimiento. Hoy te explicamos 4 factores fundamentales que debes tener en cuenta para planificar los turnos de trabajo de tu compañía en septiembre:
1. Revisión del cuadrante de vacaciones
Esto es un punto esencial antes de plantear los turnos posibles: debes comprobar si todos los trabajadores/as han disfrutado de sus vacaciones de verano, ya que cada vez son más las personas que deciden tomarse sus días correspondientes en otoño. Por lo tanto, necesitas asegurarte de cuántos días libres le quedan a cada empleada/o y establecer un plazo para solicitarlos en función del cual poder organizar los cuadrantes de turnos del resto del año.
2. Cambios en los turnos adaptados
Es probable que en la empresa, para facilitar la conciliación laboral y familiar, existan trabajadores/as que durante el verano, debido principalmente a las vacaciones escolares o a las de los cuidadores de personas dependientes, hayan tenido que solicitar variaciones en sus turnos, como trabajar solo en determinados horarios o reducir su jornada laboral. En septiembre se acaban las vacaciones y comienza el curso escolar, con lo que es posible que la situación de esos empleados/as cambie. Asegúrate de qué personal va a estar disponible para qué turnos antes de establecer un cuadrante definitivo.
3. Previsión de nuevos picos de trabajo
Si la compañía ha detenido su actividad durante el verano, es previsible que ahora en septiembre se enfrente a un aumento puntual de la actividad. Por lo tanto, al gestionar la planificación de turnos de cara al resto del año debes tener en cuenta ese pico de trabajo por si fuera necesario asignar más trabajadores/as en determinados turnos, realizar horas extra o aumentar la semana laboral de la compañía durante algunas semanas.
4. Posibilidad de nuevas contrataciones
En relación con el punto anterior, septiembre suele ser un buen momento para revisar tus necesidades de personal: si aumenta la actividad, puede que necesites contratar nuevos trabajadores/as temporales que cubran ese periodo determinado. Al mismo tiempo, septiembre y octubre son meses en los que se suelen liquidar presupuestos, cerrar proyectos de cara al final del año o incluso recibir nuevas inversiones, por lo que también es fácil que necesites abrir un proceso de contratación. En cualquier caso, sería aconsejable que solo realices un cuadrante de turnos provisional, para periodos cortos, hasta que esos puestos estén cubiertos.
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